La creciente demanda de energía eléctrica en el mundo durante la última década ha puesto a prueba a las empresas de energía. Con tecnologías emergentes, como los automóviles eléctricos, los paneles solares y diversos dispositivos inteligentes integrados, se ha producido un aumento excepcional del consumo de energía que, en consecuencia, ha creado una necesidad urgente de infraestructuras robustas que puedan hacer que la red eléctrica sea cada vez más resistente, fiable, segura y sustentable.
Para satisfacer estas necesidades modernas que consumen cada vez más energía, es necesario reimaginar el uso de las tecnologías para mantener la seguridad de las instalaciones energéticas al tiempo que se minimiza el tiempo de inactividad y se aumenta la eficiencia, la productividad y los resultados en todas las etapas de los procesos, desde las usinas hasta las líneas de transmisión, la regulación de la tensión y la distribución.
La región latinoamericana ya está trabajando arduamente en esta dirección, buscando modernizar el sector para hacerlo más seguro y sostenible. En Brasil, el 75% de la fuente de energía es renovable -que, curiosamente, es una meta de Alemania para 2050-, mientras que en Argentina hay una ley vigente desde 2006 con la meta de alcanzar el 20% de energía eólica para 2025 y México es el primer país con inversiones en modernización de redes para energías renovables.
Tantas innovaciones requieren un nivel crítico de seguridad, precisamente porque esta transformación crea innumerables puntos de vulnerabilidad a los ataques físicos y virtuales que deben ser protegidos. En este contexto, la integración de tecnologías es la solución para garantizar la disponibilidad de esta energía, tan esencial para la sociedad.
El principal punto de avance para superar las complejidades es la modernización de la infraestructura y del parque instalado. Disponer de un sistema eficaz de comunicación crítica es también un elemento de seguridad, ya que una información ágil, segura y certera puede evitar daños y pérdidas de gran alcance.
Garantizar la visibilidad y la supervisión de entornos operativos críticos, como es el caso del sector eléctrico, es una misión compleja. Con infraestructuras e instalaciones que soportan tecnologías y procesos diversificados, cada uno con sus etapas y requisitos específicos de seguridad, es esencial invertir en tecnología para controlar los múltiples puntos de entrada, la supervisión de la seguridad de los equipos y la protección de instalaciones y equipos.
La detección, para ser aprovechada al máximo, debe combinarse con video seguridad integrada con IA. También se recomienda contar con sistemas de control de acceso con gestión de entradas, bloqueo inmediato de recursos, alertas push a dispositivos y alertas de emergencia entre equipos. Todo ello a fin de mejorar el reconocimiento de la situación y acortar los tiempos de respuesta en caso de apagones o cualquier otro incidente, antes de que se conviertan en accidentes. Esta combinación proporciona información más valiosa que garantiza la visibilidad del entorno, mostrando lo que está sucediendo en una planta determinada.
La responsabilidad de vigilar grandes áreas y múltiples instalaciones, con una gran cantidad de empleados en diferentes turnos, áreas restringidas y dispositivos críticos, es inmensa. Es humanamente imposible realizar todo este trabajo de identificación, seguimiento y reconocimiento de situaciones de riesgo sin la ayuda de una tecnología avanzada e inteligente. Entre las herramientas que permiten satisfacer estas necesidades se encuentran los recursos avanzados de video con identificación de personas o vehículos y la detección de movimientos y actividades inusuales. La recopilación y combinación de datos genera información crucial para agilizar la toma de decisiones y aumentar el nivel de protección de los entornos operativos y de las personas que realizan sus tareas en las instalaciones.
Una comunicación clara y en tiempo real es fundamental para mantener a los equipos conectados y preparados para actuar. El radio conecta a las personas de forma fiable e instantánea, garantizando que los trabajadores en campo, los equipos de respuesta, de administración y de primeros auxilios estén conectados cuando lo necesiten.
Además de una conectividad superior, el radio aporta funcionalidades que transforman la rutina de quienes viven en las complejidades del entorno operativo. Compartir datos multimedia, con banda ancha y en cualquier momento, es la conectividad necesaria para que los dispositivos, las redes y los lugares estén conectados en todo momento.
Tanto si se trata de un simple incidente cotidiano o de una emergencia importante, es fundamental que los equipos estén preparados para responder rápidamente antes de que estas situaciones se agraven, y hacerlo manteniendo la productividad y la seguridad.
Afortunadamente, la tecnología que permite la interoperabilidad dinámica facilita el intercambio de datos directamente con un equipo de respuesta en tiempo real. Además, la gestión de incidentes simplifica el registro de los mismos y la elaboración de informes, además de facilitar el intercambio de recursos multimedia con otras personas cuando es necesario. Una respuesta rápida y el acceso a incidentes ya documentados pueden ser la clave para evitar que un simple suceso se convierta en una tragedia.
El sector eléctrico se encuentra experimentando un importante proceso de modernización en Brasil, buscando reducir el impacto ambiental y garantizar una mayor eficiencia y seguridad para sus trabajadores. La tecnología interviene como un importante facilitador del negocio energético, para que esta industria pueda seguir impulsando todos los demás sectores de la economía.
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