noviembre 24, 2024

Cultura de Ahorro Energético_ Buenas Prácticas en el Hogar con Schneider Electric

Cultura de Ahorro Energético: Buenas Prácticas en el Hogar con Schneider

  • El uso eficiente de la energía eléctrica no solo reduce el costo del recibo de luz, sino que contribuye a proteger el medioambiente.
  • Revisar el estado de los electrodomésticos, garantizar instalaciones eléctricas seguras y contratar profesionales certificados son claves para optimizar el consumo de energía en casa.

En la era actual, la energía eléctrica es indispensable en nuestra vida diaria. Sin embargo, muchas veces la utilizamos sin ser conscientes de cuánto estamos desperdiciando o de los riesgos que pueden presentarse por su mal uso.

Según expertos del Osinergmin (Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería), los aparatos que más consumen energía en el hogar son aquellos que generan calor, como las cocinas y hornos eléctricos, secadoras de ropa y planchas. También hay que tener en cuenta los aparatos que generan frío, como las refrigeradoras y aires acondicionados, que tiene un alto consumo energético.

Cultura de Ahorro Energético: Buenas Prácticas en el Hogar con Schneider Electric

El ahorro energético no solo impacta positivamente en la economía familiar, sino que también tiene un efecto directo en la preservación del medioambiente. Entonces, ¿realmente estamos tomando las medidas necesarias para ser eficientes con el uso de la electricidad? Schneider  comparte algunas buenas prácticas que lo ayudarán a consumir energía de forma responsable y segura.

  1. Estado de los electrodomésticos

Adoptar prácticas sencillas en el hogar puede generar un impacto significativo. A continuación, algunas recomendaciones clave para optimizar el uso de la energía:

  • Revisa tus electrodomésticos. Un equipo en mal estado o sin el mantenimiento adecuado puede consumir más energía de la necesaria.
  • Evita los consumos “fantasma”. Dispositivos pequeños, como los cargadores de celular, continúan consumiendo energía cuando están conectados, aunque no estén en uso. Para evitar que se acumulen en el recibo de luz, desconéctalos siempre que no los necesites.
  • Electrodomésticos. Los productos con la etiqueta de letra “A” son los más eficientes y, aunque su precio inicial sea mayor, generan ahorros significativos a largo plazo.
  • Hogar inteligente. Un hogar conectado es más eficiente. A través de un smartphone o tableta, se pueden controlar electrodomésticos, como encender una cafetera de forma remota.
  1. Conexiones eléctricas seguras

Otro aspecto crucial para reducir el consumo energético y garantizar la seguridad del hogar es mantener en buen estado las conexiones eléctricas. Con frecuencia, al conectar varios dispositivos, recurrimos a extensiones o enchufes múltiples que no están diseñados para soportar tanta carga. Esto no solo incrementa el consumo eléctrico, sino que puede generar peligrosas sobrecargas que aumentan el riesgo de incendios o cortocircuitos.

“La seguridad eléctrica en el hogar implica utilizar dispositivos, sistemas y procedimientos seguros para prevenir accidentes relacionados con la electricidad. Es importante optar por productos certificados que cumplan con las normativas oficiales, asegurando que hayan sido evaluados y aprobados para su uso, lo que ayuda a reducir riesgos eléctricos a largo plazo”, explica Vanessa Moreno, country manager para Perú y Bolivia en Schneider.

Además, es fundamental que las instalaciones eléctricas sean realizadas y mantenidas por electricistas certificados. No solo para evitar problemas que puedan afectar el bolsillo, sino también para proteger la integridad del hogar.

  1. Revisiones periódicas de las instalaciones eléctricas

El estado de las instalaciones debe ser revisado de forma periódica para evitar incidentes. Al igual que los electrodomésticos, los cables y conexiones eléctricas pueden deteriorarse con el tiempo. Por ello, se recomienda realizar chequeos regulares con personal calificado. Un mantenimiento asegura que todo el sistema eléctrico funcione de manera eficiente y sin riesgos.

Ahorrar energía no solo implica una reducción en los costos mensuales del recibo de luz, sino que también es un acto de responsabilidad con el medioambiente. Cada pequeño cambio que implementemos en nuestras rutinas puede contribuir a disminuir el consumo energético y, a su vez, reducir nuestra huella ecológica.