Cada año, el mundo genera millones toneladas de desechos que no se pueden aprovechar o darle una segunda vida. Según el informe de Global E-Waste Monitor 2024, en el año 2022 se generaron cerca de 62 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), incluidos smartphones y accesorios de dispositivos móviles. De ese total, casi un 25% se recicló adecuadamente para reaprovechar sus distintos elementos.
Por ello, desde el año 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció el Día Mundial del Reciclaje, para proteger el medio ambiente y no contribuir al cambio climático. Al respecto, el reciclaje electrónico no solo es una cuestión de sostenibilidad, sino también de responsabilidad hacia el medio ambiente y las generaciones futuras.
En el caso de OPPO, según su Informe de Sostenibilidad 2022, utiliza casi un 100% de materiales biodegradables y un 45% de fibras recicladas en su empaquetado. Ese mismo año, en China se recolectaron más de un millón de teléfonos para procesos de reciclaje profesional.
Es importante señalar que, al momento de reciclar un smartphone, se pueden rescatar distintos materiales que conforman el dispositivo. Los materiales más comunes y valiosos son el oro, plata y cobre, los cuales se puede recuperar y reutilizar en la fabricación de nuevos dispositivos. Además, el reciclaje adecuado de estos aparatos evita que sustancias tóxicas como el plomo y el mercurio contaminen el medio ambiente.
Por otro lado, existe la posibilidad de darle una segunda vida a los dispositivos móviles. Por ejemplo, se puede aprovechar las herramientas básicas como la linterna o la cámara y adaptarla como webcam para una computadora. Así también, a algunos teléfonos antiguos, darle una nueva utilidad a sus aplicaciones preinstaladas como la radio.
Para que este proceso de reciclaje se lleve a cabo, es necesario tener puntos de acopio donde se puedan depositar los smartphones. En Perú, las distintas operadoras de telefonía cuentan con distintas ánforas para depositar los dispositivos en desuso. Luego, ellos pasarán por un proceso para reutilizar las distintas partes de los dispositivos para darles un nuevo uso.