En un esfuerzo por abordar el creciente problema de la contaminación ambiental y promover prácticas sostenibles, el ingeniero mecatrónico Miguel Ángeles y su equipo, decidieron convertir en realidad un prototipo realizado en su etapa universitaria, y que los llevó a convertirse en uno de los ganadores de “Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2023” organizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
IRBin, no es un tacho convencional, es un robot social que no solo se destaca por su diseño futurista, sino también por su capacidad para fomentar el reciclaje mediante el uso de inteligencia artificial. Y es que, es capaz de identificar y clasificar diversos tipos de materiales reciclables con una precisión sorprendente.
Su desarrollo refleja la creciente conciencia de que la tecnología puede ser una fuerza positiva para el cambio social. “Mi visión es que la tecnología que hagamos tenga un impacto social y/o ambiental. A veces uno asocia la ingeniería a algo netamente operativo, pero esta puede transcender a otros desarrollos tecnológicos, ya sea asistencia, ayuda a las personas o cuidado al medio ambiente”, añade Miguel Ángeles, ingeniero mecatrónico.
Este proyecto no solo resalta la creatividad de nuestros ingenieros, sino que también enfatiza la importancia de invertir en tecnologías que no solo hagan nuestras vidas más fáciles, sino que también contribuyan al bienestar colectivo.
Intecnia STEAM Education apoya estos proyectos
Para Lourdes Zeballos, gerente general de Intecnia Corp, proyectos como IRBin son cruciales para desmitificar la tecnología y mostrar su capacidad para mejorar la calidad de vida. La interacción del robot con la sociedad no solo impulsa la adopción de prácticas sostenibles, sino que también demuestra cómo la tecnología puede ser una aliada valiosa en la resolución de problemas sociales y medioambientales.
“Es muy importante que la tecnología conecte con las personas y con IRBin se demuestra que estos inventos que relacionan la IA, sí sirven para aportar positivamente a la sociedad. Cabe resaltar que, sin el hombre, no existiría la inteligencia artificial, esta se alimenta de data y esa la generamos nosotros. Debemos de seguir fomentando el uso de la tecnología en nuestra sociedad” menciona Zeballos.
Por otro lado, a puertas del 2024 y con el avance acelerado de la tecnología, la educación STEAM emerge como un catalizador para preparar a los estudiantes para los empleos del futuro. Desde la programación hasta la inteligencia artificial, el enfoque STEAM asegura que los escolares desarrollen las habilidades necesarias para participar activamente en la revolución tecnológica y contribuir a la innovación en los próximos años.
Un aliado como Intecnia STEAM Education, división educativa de Intecnia Corp, busca promover ese enfoque mediante diferentes recursos para la enseñanza de robótica, programación y electrónica en el aula.