Durante la última década, la industria tecnológica en América Latina ha buscado alternativas para fomentar la participación de las mujeres en el sector, que les permita contar con nuevas ideas y experiencias que se transformen en soluciones y productos más novedosos. Así, muchas organizaciones no solo promueven la diversidad en sus procesos de contratación, sino que además están disminuyendo la brecha salarial y están promoviendo más mujeres a puestos de liderazgo.
Según datos de la Unesco, la participación de las mujeres en el sector llegó al 30% para finales del 2022, lo que representa un avance desde 16% en 2016. Lastimosamente, la participación de mujeres en la industria sigue siendo baja con respecto a los hombres, a pesar de las acciones emprendidas por las empresas.
Como parte de su apuesta por mejorar la diversidad e inclusión, Zoho Corporation desarrolló Marupadi, un programa para reactivar la carrera en el sector tecnológico, de mujeres que hayan tenido que pausarla. En este caso, consiste en un bootcamp de tres meses en desarrollo de software, prueba de aplicaciones y redacción técnica, en que las mujeres seleccionadas eligen el camino que se mejor se ajuste a sus intereses.
Cabe señalar que, junto a la educación técnica, las participantes tienen acceso a sesiones de asesoramiento para recuperar su confianza después de una larga pausa, todo gestionado por Zoho Schools. El único requisito que deben cumplir las interesadas es haber sido empleadas en el sector mínimo dos años, antes de haber pausado sus trabajos.
Marupadi, que significa ‘Otra vez’ en lengua tamil, opera hace un año con participantes originarias de India, inicialmente. «La tremenda respuesta que hemos tenido durante el último año habla mucho sobre la cantidad de talento que está siendo pasado por alto por falta de oportunidades», comenta Carla García, directora de nuevos negocios de Zoho Corp para América Latina.
Según la ejecutiva, es necesario que las organizaciones impulsen el trabajo de las mujeres como una forma para atender el déficit de personal capacitado en el sector, que muestra una reducción desde la pandemía por Covid 19, hace dos años. “Las empresas deben aprovechar este personal valioso que está en espera de oportunidades. Al mismo tiempo, pueden impulsar al sector, el cual continúa en expansión y gana más espacio en la sociedad y en la economía”, dice García.
Un caso emblemático de esta iniciativa es el de Benazir Fathima, licenciada en Tecnología que tomó una pausa profesional de ocho años para cuidar de sus hijos y que encontró un espacio en la empresa a través de este programa. «Me sorprendió saber que ni mi edad ni el número de años que estuve en pausa jugaron en mi contra, ya que eso había sido así en todas partes donde intenté trabajar».
Es importante tomar medidas para mejorar la diversidad y la inclusión en el sector, ampliar la base de talentos se traduce a una industria mucho más innovadora y sólida.
La tecnología avanza y, a su vez, la demanda de las habilidades técnicas se dispara, es por eso que invertir en el desarrollo de programas de capacitación y educación, es la forma más eficiente de garantizar mejores prácticas de reclutamiento y retención, al mismo tiempo, de disminuir la brecha de género.