noviembre 21, 2024

Microsoft Latinoamérica: avanza la educación disminuyen las desigualdades

Microsoft Latinoamérica: avanza la educación disminuyen las desigualdades

Según la UNESCO, instituciones educativas en América Latina se mantuvieron parcial o totalmente cerradas durante 56 semanas entre febrero de 2020 y septiembre de 2021; de acuerdo con una encuesta de LinkedIn, el 61% de los profesionales declara que la educación superior no los preparó completamente para su carrera

Recientemente, Microsoft Educación celebró el evento Camino para una nueva educación, en el que representantes de la compañía en América Latina, de la UNESCO, LinkedIn y diversas instituciones educativas en la región, compartieron los muchos aprendizajes que obtuvieron a lo largo de los últimos dos años, con la intención de estimular la conversación sobre propuestas que expandan prácticas exitosas y para avivar transformaciones en el sector educativo que permitan que Latinoamérica siga encaminándose a cerrar brechas de inequidad, inclusión y desarrollo económico.

Rodrigo Kede, presidente de Microsoft Latinoamérica, inauguró la conversación señalando que “Es preciso priorizar la educación porque representa el único camino definitivo hacia el progreso y a un mundo mejor y más justo para todos. La educación, apoyada de las herramientas que ofrece el uso intensivo de la tecnología, puede acelerar el desarrollo económico y social. Alineados a nuestra misión de empoderar a cada persona y organización en el planeta a que puedan hacer más, queremos seguir apoyando a instituciones, docentes y alumnos con tecnología que facilite un aprendizaje híbrido, seguro, inclusivo y sostenible”.

Atender los retos que la pandemia enfatizó en el sector educativo es cada vez más urgente. Según datos de la UNESCO, instituciones educativas en América Latina se mantuvieron parcial o totalmente cerradas durante 56 semanas entre febrero de 2020 y septiembre de 2021. Sin embargo, el cuerpo docente encontró nuevas maneras para seguir enseñando: fueron ellos quienes, apoyados por alternativas tecnológicas, sostuvieron el sistema educativo y ayudaron a acelerar la transformación digital que la región necesitaba.

Un ejemplo en Perú, lo encontramos en Futura Schools quien, a principios del 2020, con el apoyo de The Other Company SAC y ASP Consulting, partners de Microsoft, empezó con la implementación tecnológica para trabajar efectivamente en red, pero luego llegó la pandemia y aceleró los planes. En ese sentido, la columna vertebral del modelo de enseñanza en el colegio es Microsoft Teams for Education; herramienta utilizada como aula virtual para programar y desarrollar sesiones de aprendizaje, y para la evaluación por retos mediante el trabajo colaborativo y la interacción entre los alumnos. Además, utilizan Minecraft for Education como herramienta para que alumnos de secundaria presenten sus proyectos finales.

En su participación, Borhene Chakroun, Director de la División de Políticas y Sistemas de Aprendizaje del Sector de Educación de la UNESCO, destacó que la crisis en el sistema educativo, acentuada por la pandemia, representa también una oportunidad para aliarnos y trabajar en nuevas pedagogías y formas de organizarnos no sólo para fomentar una educación que permita al estudiantado adquirir las habilidades que demanda el nuevo mundo laboral, sino para ayudar a formar a mejores ciudadanos, que también puedan atender los retos relacionados al cambio climático, la inclusividad e igualdad en nuestras sociedades.

De acuerdo con Chakroum y con el reporte Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación publicado en 2021 por la UNESCO, la tecnología es una herramienta que puede ayudar a optimizar procesos que permitan conectar mejor tanto a los actores del sector educativo, como a los estudiantes con los grandes retos globales. La recomendación es que los sistemas educativos pongan a los alumnos al centro y que los profesores continúen teniendo oportunidades para desarrollarse en su profesión y adquieran nuevas capacidades. Sin embargo, debemos apuntar siempre a que la tecnología ofrezca seguridad, protección y se desarrolle bajo altos estándares éticos, para que el aprendizaje y el conocimiento sean abiertos, y sean recursos que puedan compartirse, construirse y adaptarse en conjunto.

Por su parte, Nicola Doherty, Líder de Educación en LinkedIn Latinoamérica, señaló que los estudiantes de hoy en día, a nivel global, tienen expectativas muy diferentes del mundo, que van desde poder conectarse fácilmente con sus amigos, asistir a clases en línea o adquirir habilidades sobre la marcha, y están llevando esta mentalidad a sus escuelas: exigen nuevos niveles de compromiso y personalización. Sin embargo, también hay una brecha que los estudiantes a veces perciben cuando se incorporan a la fuerza laboral. De hecho, según una encuesta de LinkedIn, el 61% de los profesionales declara que la educación superior no los preparó completamente para su carrera.

Esto quiere decir que existe una  desconexión a largo plazo entre la oferta y la demanda de habilidades en el mercado laboral que, de acuerdo a LinkedIn, parece estar impulsada por tres factores principales: (1) la rápida aparición de tecnologías relacionadas con Inteligencia Artificial que están empujando una nueva era de automatización; (2) la creciente necesidad de perspicacia tecnológica para competir en un panorama comercial cambiante; y (3) la disminución de las inversiones en capacitación a cargo de los empleadores en las últimas dos décadas.

De allí la reflexión de Luciano Braverman, Director de Educación para Microsoft Latinoamérica, quien señaló que “Es indispensable repensar los enfoques educativos que, al día de hoy, presentan desafíos urgentes, como: ayudar a que los educandos desarrollen las habilidades que requiere la fuerza laboral del siglo XXI, plantear los procesos educativos conforme a dinámicas que despierten mayor interés y entusiasmo en los jóvenes, y enfocar las políticas educativas hacia la igualdad de oportunidades en toda la región, pues es un hecho que donde avanza la educación disminuyen las desigualdades”.

Sin duda, conversaciones como esta, en las que no sólo se discuten los grandes retos que plantea la nueva normalidad, sino las alternativas y aprendizajes adquiridos en diferentes partes de la región, pueden ayudar a que repensemos, reenfoquemos y restructuremos el futuro de la educación, para así también imaginar y hacer posible un mundo mejor.